NO TODAS LAS ESPALDAS SON BELLAS: LETANÍAS.

LIMBO:

A los dos años, su abuela la dejaba en una cesta del color de la palma seca, desde allí observaba a su primo Toni jugar horas y horas con un palito, y ella intuyó que los hombres eran distintos.

A los 4 años, iba por detrás y le comía la tortilla a su primo Susito, mayor que ella, y él después del llanto y la pataleta a su madre, dejaba de hablarle durante días, ella decidió que los hombres son rencorosos.

Con 7 años, oía a su primo Manolito mientras decía: mi robot es el más grande del mundo…, y ella decidió que los niños eran bobos.

A los 13 años, un memo pederasta le dijo: ningún hombre rondará tu puerta, y ella decidió que viviría en un quinto.

Con 15 años una compañera dijo: ¡mira que tío más bueno!, y al girarse, ella se encontró con un bulto de jóvenes desgarbados y granulíticos, pero aún así, ella decidió que ya debía abandonar a las muñecas.

Con 16 años estaba en el MGR, o las juventudes del PCR, ella decidió que el Maoísmo era alienante.

A los 17 años su primer novio quiso castigarla con la indiferencia por una niñería de ella, ella decidió crecer más que él.

 

A los 18 años, la amiga que más la traicionó a sus espaldas, la besó en la boca y le dijo “tú nunca te enteras” y ella decidió abandonar la adolescencia.

PURGATORIO:

Con 20 años, burló a la angustia que cerró su estómago al comprobar que las mayores atrocidades contra la sensibilidad se dan en casa.
Y ella dejó de creer en la familia.

A los 21 años, dijo un pazguato a sus espaldas, “ya empieza a estar carroza”, y ella decidió no juzgarse nunca a través de los ojos de un hombre.

 

Con 22 años, un profesor de su facultad gritó tras ella: ¿Es que no sabes el efecto que causas en los hombres?, y ella decidió no venderse por un aprobado.

Con 23 años, el estudiante más deseado de la universidad empezó a dar vueltas alrededor de su mesa de estudio, donde ella tenía sus apuntes de Aprendizaje Social: – he conocido cientos de mujeres y a todas he sabido como tratarlas…pero ésta….-, y ella decidió que la Universidad se acababa.

A los 25 años se casó, y al mes conoció la verdadera complicidad con un hombre, y decidió que el destino nunca estaría de su parte.

Con 33 años nació su hija, y se sintió la mujer más sola del mundo rodeada
de cientos de flores, y decidió que “ella” no llevaría su estrella.

A los 35 años oyó a una vecina comentar como sedujo a su propio marido para conseguir…, y ella decidió que eso no era amor.

Con 39 años, tras ella, comentó una mujer mayor, “a los hombres no hay que hacerles caso”, y ella decidió dejar de querer a su marido.

A los 41 años, un hombre la palpaba por la espalda, demasiado despacio para lo que era el momento. Había estado enamorada de él a los 16 años, y este era su primer contacto físico, en su retina sus caras de asombro al reconocerse apenas media hora antes, Choly…, dos días después él la miraba a través de un cristal, mientras ella casi desnuda esperaba bajo una pantalla de luz, un gesto que a ella le pareció excesivo en su celo profesional: era su traumatólogo y las radiografías estaban bien…, y ella decidió cambiar de médico.

Con 43 años se percató que su corazón estaba repleto de bolas de pelusa rosa…, y ella decidió que así era imposible amar.

TIERRA:

A los 44 años, sintió que el mar se hundía a sus pies… y ella decidió girarse y dar la cara, mientras las siete gaviotas de la angustia picoteaban sobre su abdomen, su esternón, en el centro de su cuello, sobre las comisuras de sus labios, su ojo izquierdo y en su frente…., al fondo Lluis Llac, se repetía a través de una vieja cinta de radio-casset, como una letanía.

Con 45 años, un hombre sentado a su diestra le hizo una proposición, mientras ella observaba a su izquierda al gato de la indolencia mordisqueando restos de comida sobre una mesa, y ella decidió que no sería un ratón.
Le dio la espalda y se fue moviendo el culo, mientras él le decía: me has defraudado y no me gustas, mi novia es más guapa que tú, y ella decidió enamorarse de un valle. Poner las características de él a un gato, otorgarle la paternidad de una cabra y darle su nombre a un ratón.

A los 46 años, el fallero menor se llevó al ninot de su lado, y de su casa física quedó una caja de cerillas quemadas, pensó que ojalá el fallero menor también fuera quemado por el ninot, y ella decidió barrer su casa.

Con 47 años, Francisco el marido de Pilar la llamó y le dijo: a Pilar la enterramos ayer, los dos pensamos mucho en ti, y entendió que quisieron evitarle el dolor, y ella decidió ser egoísta, llorarla siempre y enfadarse porque PILAR “ le dio la lección de que no tenía excusa”.

A los 48 años se percató de que Sartre imbuido en su borrachera de licor de vanidades transmitió la idea de que el “Otro” es la fuente del dolor, y ella decidió que el Otro ha de ser fuente de plenitud y alegría.

A los 49 años… ella decidió acurrucarse sobre el bamboneo del motor de un hombre…. Pero él lloraba por otra.

Y este tipo de decisiones fueron marcando todos los actos de su vida, ya que todo se repite, el cerebro marca un tiempo…, pero hasta un punto ya que el tiempo hace cerebro. Letanías.

Hasta que murió atragantada por una palomita de maíz.

PARAÍSO:

Tras la reencarnación volvió a nacer, como hembra, en una tribu bonobo, allá en el Zaire, lejos, muy lejos de los chimpancés.

… Y como bonobo que soy, yo no se escribir.